¡Bien! Al fin ya sé sobre qué escribir. Se supone que no debería escribir de esto porque es “barro” con la niña, ya que la mataron y su familia sufrió mucho con esta tragedia. Pero, en realidad sin saber mucho sobre el asunto, me sorprende el grado de importancia al que llegó esta infanta.
Y casos como este hay muchos, ¿cuántos niños no se pierden, los recluta la guerrilla, los paramilitares, hasta los militares, en esta guerra (ni tan absurda) detrás de la plata del narcotráfico? Pero nadie los conoce…
Para esta niña crearon un FONDO, óigase bien, UN FONDO para las donaciones que las personas más ricas quisieran hacerle a la fundación que crearon los padres para encontrarla. Si yo fuera uno de esos tantos magnates, ¿qué haría? Pagaría a un escuadrón para buscarla, le daría una recompensa a quién la encuentre, o lo que sea ¡Pero no daría ni un peso a fondo que se lo gastan en quién sabe qué!
Los padres llegaron a ser sospechosos, y con mucha razón, pues encontraron sangre en el carro que habían alquilado el día que salieron y la dejaron sola en casa (quién sabe). Más bien la mayor sospecha que me levantan esos padres es el mismo fondo y la página web con que le hacen publicidad.
Me parece que a esta niña, incluso si los padres no fueron quienes la mataron, fue tratada como un objeto. Lógicamente si me pierdo envidiaría un operativo tan “sonado en el mundo” como ese, pero no es justo con la demás gente desaparecida y secuestrada que pareciera no valer un peso.
Así mismo pasó con Ingrid Betancourt o con Clara Rojas, el cartel ese en Francia con la imagen “demacrada” de Ingrid y todo eso, como una propaganda donde se “expone como un objeto al ser humano”. Sinceramente les confieso que yo jamás tendría las agallas de filmar a Ingrid en ese estado, hasta llego a pensar que se “hizo la depresiva” para que los colombianos y franceses sintiéramos ese “dolor”.
Yo no sentí eso: yo lo que sentí fue como si detrás de ese videíto filmado con celular hubiera un “morbo” cruel. Como quienes en un accidente y no son policías judiciales ni nada, vienen y filman con el celular ¿Acaso no les tiembla la mano cuando hacen eso? ¿Acaso no se sienten eso mismo, como si algún personaje viene y te filma con la cara toda llena de sangre? ¿Acaso qué, son Vicky, la niñera de Timmy Turner?
Ahora me acabé de acordar que las cámaras de fotos sólo se hicieron para momentos felices. En mi Facebook jamás encontrarán una foto mía triste, y es que es lo más lógico, la cara triste de una persona en fotos es más fea que en la vida real.
Y por eso justo me acuerdo de Vicky. Soy uno de los que más se ríe cuando Vicky amenaza a Timmy con tomarle una foto sufriendo y subirla a Internet. Esa es la moda ahora, y espero que los niños, con ese claro ejemplo, aprendan lo malo que es. Aunque recordemos que la televisión, a los niños pareciera que los enseñara a lo contrario.
Estoy seguro que los Simpsons tienen una intención contraria a lo que toda la gente cree: Es una de los programas más educativos que puedan haber, si se ve con buen criterio (vengo yo de azaroso dizque con criterio jajaja). ¡Qué bueno sería ser un poco alocado como Homero, pero sin llegar a hacer muchas de las travesuras que a la final lo terminan perjudicando!
Retomando el verdadero propósito de la entrada, recordemos que ahora en Youtube se puede subir de cuanta porquería, estamos en la década donde el “boletear viejas” está de moda, y subir videos de la “caída de Edgar” o “el travesti que tiene polio” es pan de cada día. Qué decir del video donde “despescuezan al iraquí”, “unos chinos que pelan ardillas”, “atropellan a un perro”, “lanzan un gato al aire”, “golpean a un emo”, “ “ahorcan a Saddam Hussein”, entre otros los cuales serían incontables.
Ni modo, uno ve el nombre y es inevitable vérselo, parece que no se puede hacer nada contra ese pecado que cada día nos absorbe más y nos vuelve más miserables como seres humanos. Igual pasa en todo, la cosa de los “novios románticos” poco a poco se acaba. Ahora la mayor expresión, que será, ¿subir un video de la cita a Youtube o qué? ¿o boletear la vieja?
Por eso comencé con Madeleine McCann. Esta niña es el símbolo más inocente de esta sociedad que cada vez más objetiviza al ser humano, reduciéndolo a, dependiendo de tu suerte, una estadística o una propaganda. No deberíamos ser ninguna de las dos cosas: sólo deberíamos ser SERES HUMANOS.
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