Cuando se es alguien entregado a la gente se sufre. Es la conclusión que puedo sacar después de 25 años que llevo viviendo. El mundo, definitivamente, está hecho para los indiferentes. Y aunque se luchen contra los síntomas, como por ejemplo el bullying, si la indiferencia sigue reinando los problemas se van a seguir manteniendo.
En este mundo hay poca o nula preocupación por el otro. Cuando se habla, uno habla y habla de su propias cosas y jamás escucha a la otra persona. Cuando se quiere, se quiere de tal manera que se espera que el otro corresponda. Pero no se quiere por el otro, sino por uno mismo. Si el otro tiene un problema, sencillamente se abre, porque no sirve para nada y más bien está para ser servido.
Por otra parte, la indiferencia plaga la cultura pop. Personajes como Daria generan admiración: personajes que la mamá les habla y ni la escuchan, que ven debajo del hombro a la hermana porrista; que ven debajo del hombro prácticamente a todo el mundo, y que bueno, hacen amistad con otra gente indiferente como porque les toca.
Si no dejamos de pensar que la indiferencia es cool, prácticamente nos vamos a hundir en un hueco sin salida. En un momento, nadie va a ayudar a nadie, ni siquiera dentro de su propia familia. Y sí, esto lo digo con un poco de melancolía, porque ver que la indiferencia reine, no da sino tristeza.
1 comentario:
ElEgoismo tiene una Reina la Indiferencia , un no me importas , no me interesas, no te escucho, yo te ignoro , no significas nada para mi.
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