miércoles, 31 de diciembre de 2014

Se acaba el año...



Para no perder la costumbre, hoy escribo la nota de fin de año. Como buena nota forzada, va a ser un tanto aburrida, sin embargo, a eso siempre tienden estas cosas. Si les confieso de verdad, esto del blog ha perdido fuerzas, creo que ya es hora de que eventualmente el proyecto muera, claro, sin cerrar el blog. Lo que ya está escrito siempre lo podrán consultar, y podrán, en un día de aburrimiento, ver cómo ha cambiado a través de los años. A través de eso, podrán ver como si tratara de una ventana, un poco los cambios en mi vida, y las situaciones por las que pasé.

A lo que venía era para decir básicamente que el 2014 fue un buen año, aunque comparado con los años pasados, cualquier pedazo de porquería de año es mejor (jaja). Por eso procuraré no ser conformista y trataré que el 2015 sea mejor. Pero así como es mejor, las metas son igualmente más difíciles (y más destructivas si fracasan). Confiarse y pasarse de optimista sería un crimen de lesa humanidad. 

Les deseo a todos ustedes un buen balance de fin de año (pero no mejor que el mío, no mentiras, voy a dejar de ser tan envidioso :D , primera meta del 2015) y un buen nuevo año, mejor que este, les deseo de todo corazón. En serio, me da igual si les va mejor que a mí.

domingo, 14 de diciembre de 2014

La violencia de los políticamente correctos

Hace poco, me enteré que el descubridor del ADN, el señor James Dewey Watson, es uno de los tipos más odiados de la humanidad ¿por qué? porque una vez, en un momento de estupidez y de lapsus brutus dijo que los afrodescendientes eran menos inteligentes que el resto de la humanidad. Lo sé, vaya estupidez que dijo, pero hay que reconocer que el señor, además de estar profundamente arrepentido, renunció a la carrera exitosa que hasta el momento llevaba en la ciencia. Y por eso es que Einstein el misógino es más famoso que él. Pero bueno, al punto que quiero llegar, es que los logros de ambos en el campo de la ciencia son mucho más grandes que algo malo que pudieron decir o hacer bien sea por ignorancia, porque tenían unos tragos encima o porque se sentían en confianza para soltar alguna cosa imprudente.

Como imprudente que soy, no niego que me asusta el hecho de ser famoso, luego salir en televisión, decir alguna estupidez y destrozar mi carrera tal como hizo el Sr. Watson (elemental!). Ahora, como versión moderna del harakiri usando como espada el filo de lo políticamente incorrecto, el primer hombre que puso un aparato sobre un cometa también metió la pata usando una camisa regalada POR UNA MUJER que muestra varias mujeres de caricatura en poses sexys. Lo primero que pensé es "yo tengo una camiseta de Hooters que me regaló UNA TÍA (sí, mujer!), y ahora seguro será peligroso usarla, no sea que cuando esté caminando por la Universidad de Cartagena en el centro, alguna pelada me grite improperios por la supuesta misoginia que esa camiseta representa". 

No lo niego, está bien que por ejemplo el Bolillo Gómez haya sido expulsado como dirigente técnico de la Selección Colombia, ya que él era además malo haciendo eso. Pero cuando alguien es realmente exitoso, dice algo estúpido, se arrepiente, y además hasta llora en televisión, es hora de que la humanidad dé un vuelco, y lo apoye en retomar la carrera que durante tantos años construyó, y que puso en riesgo durante un segundo de lapso mental.