martes, 15 de junio de 2010
lunes, 14 de junio de 2010
Diatriba contra algunos creyentes.
Primero que todo quiero aclarar que estoy ardido. Ahora, para su tranquilidad, mi opinión no es para nada objetiva, y está siendo imparcial debido a esta "ardidera" que me agobia, y que si no vomito en un blog que de vaina leen algunos otros bloggers, me explota y me hará volver loco.
Resulta que estoy ardido con un "tipo de gente" en general, que se cree el excremento fosilizado de Jesucristo por gritar a cuatro vientos que son creyentes y andan por ahí simplemente destrozando lo bueno y casto que el mundo nos da.
Esos que no van a votar por Mockus por la simple idea de que él es ateo y por ende todo "le vale" y no tiene ni pizca de moral. Esto es realmente contra toda lógica: cuando uno asume la existencia de un Dios misericordioso, todos los pecados; bien sea violar niños o hacer un atraco para regalarle algo lindo a la mamá, serán perdonados. Cuando uno asume la existencia de este Dios, a veces es culpa de Dios que por haberme hecho nacer tan pobre tenga que ir a robar a la señora que va pasando tranquila y que seguramente por ser ricachona es una vieja desagradecida con Dios.
También es culpa de Dios que por haberme hecho casar en Santo Matrimonio con una vieja que nunca me lo suelta en las noches cuando llego borracho, tenga que ir a violar almas de Dios o inclusive enviarlos a mejor vida Contigo ya que las pasiones sexuales con las cuáles Tú me enviaste al mundo no las puedo controlar, y ese demonio que llevo dentro no lo he podido saber llevar. Después el violador va a hacerse un exorcismo y queda igualito que antes.
En cambio, las personas que no asumen la existencia de ese Dios, o asumen bien sea un Dios completamente independiente del mundo, saben bien qué sólo de ellos depende su moral.
Por ahí me echaron la historia de que Anton Szandor LaVey, el fundador de la bulliciosa iglesia de Satán (de la cual hace parte Marylin Manson supuestamente, como sacerdote y todo) trabajaba tocando el piano en una iglesia y luego en un bar-show. Vaya sorpresa se llevó cuando veía que los mismos tipos que iban en la noche a deleitarse con los placeres sexuales que las chicas malas les daban, iban al día siguiente a la iglesia a lavar sus pecados.
Yo también he sido testigo de mucha gente que predica la palabra del Señor pero lo único que hace es ensuciar el nombre de nosotros los creyentes, haciéndonos quedar como personas que tiran la piedra y esconden la mano ante la sociedad.
Les confieso algo: a mí ya me está dando realmente pena aceptar públicamente que creo en Dios, porque uds. mal-creyentes están ensuciando nuestro nombre. Si la Inquisición destrozó en gran medida el nombre de la Iglesia y toda su organización, ahora los pedófilos, la "solidaridad" de los otros padres con esas inmunidades diplomáticas y otras cosas, los pastores vivarachos que se aprovechan de la gente falta de principios y claridad espiritual, los cristianos no católicos que predican palabra pero no hacen ni mierda de lo que predican, entre otras bellezas, están dando la estocada final a esta era de bastante religiosidad.
Le recomendaría a toda esa gente que primero que todo asuman los pecados que cometan como suyos, y luego pídanles perdón a Dios, quien seguramente no se los va a dar hasta que reflexionen de verdad y hagan algo por mejorar. Sé que Dios me agradecerá este gesto, y me disculpan por creerme Pirry esta vez, denunciando una "epidemia de excusas religiosas" que está sucediendo en este momento.
viernes, 4 de junio de 2010
Definitivamente no estoy preparado...
No estoy preparado para ser ateo ni apolítico.
No me siento preparado para salir a trabajar fuera de la universidad.
No me siento preparado para ser papá.
No me siento preparado para que una niña me pregunte si le estoy coqueteando.
No me siento preparado para ser jovial ni caerle bien a todo el mundo.
No me siento preparado para decir mentiras cómodas para los demás.
No me siento preparado para participar en una trío ni en una orgía, ni mucho menos para ser homosexual.
No estoy preparado para asumir que las mujeres pueden ejercer libremente su sexualidad.
No estoy preparado para el Armagedón ni para el Fin del mundo.
No estoy preparado para una guerra con Venezuela.
No estoy preparado para ser Jefe de personal.
No me siento capaz de evitar una sonrisa en una junta directiva ni en una reunión con el gerente.
No me siento preparado para que duden de mí, pero mucho menos estoy preparado para no dudar de los demás.
No me siento preparado para dejar el vicio del Facebook y del Messenger.
No estoy preparado para responder a la decepción de mis amigos.
No estoy preparado para ser multi-tarea.
No me siento preparado para comprar un Mac.
No me siento preparado para dejar de decir lo que siento de manera espontánea, aunque nadie me preste atención.
No me siento preparado para salir a trabajar fuera de la universidad.
No me siento preparado para ser papá.
No me siento preparado para que una niña me pregunte si le estoy coqueteando.
No me siento preparado para ser jovial ni caerle bien a todo el mundo.
No me siento preparado para decir mentiras cómodas para los demás.
No me siento preparado para participar en una trío ni en una orgía, ni mucho menos para ser homosexual.
No estoy preparado para asumir que las mujeres pueden ejercer libremente su sexualidad.
No estoy preparado para el Armagedón ni para el Fin del mundo.
No estoy preparado para una guerra con Venezuela.
No estoy preparado para ser Jefe de personal.
No me siento capaz de evitar una sonrisa en una junta directiva ni en una reunión con el gerente.
No me siento preparado para que duden de mí, pero mucho menos estoy preparado para no dudar de los demás.
No me siento preparado para dejar el vicio del Facebook y del Messenger.
No estoy preparado para responder a la decepción de mis amigos.
No estoy preparado para ser multi-tarea.
No me siento preparado para comprar un Mac.
No me siento preparado para dejar de decir lo que siento de manera espontánea, aunque nadie me preste atención.
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