jueves, 23 de abril de 2009

Popularidad Costeña vs. Popularidad Cachaca

Vuelvo otra vez a las notas y blogs, y bueno, aunque sé que esto no es muy positivo y si un empresario de los más capitalistas chismosea mi facebook y ve estas cosas, seguramente lo último que pensaría sería en darme trabajo ... Pero en fin, por ahora y en estos momentos me importa un reverendo rábano que me quede desempleado de por vida (También tengo derecho a pensar como mediocre algunas veces ¿no?) y el hacer notas es, en tiempo presente hedonista y no-sé-qué-otras-cosas, lo que verdaderamente "da una cule felicidad ahí pasajera" que por ahora me mantiene normal. Si estas notas sin "querer queriendo" depronto suenen parecido a algún poema egocéntrico y misógino, de los buenos, fracasados y super-rechazados por la masa, este hecho no puede tener derecho a intimidarme y a no permitirme seguir haciendo este ejercicio supremamente relajante y a la vez catárquico. Que me equivoque en retórica, normal, se mejora con práctica, y que la cague por andar repitiendo palabras, aún más normal. Tan normal como un comentario de una madre sobreprotectora en un escrito que exhalte la marihuana.

Ahora ¿por qué hice está introducción tan larga? Por lo de siempre (espantar a los poco aguerridos) y también por otra cosa: esto que acabé de escribir yo lo veo chévere, no sé si ustedes.


Lógicamente también el mamotreto de arriba es una forma de "embarajarla bien" antes de lanzarse a jugar con las cartas de la crítica SUAAAAVEEEE!!!! (se los juro!!!). Nada de generalizar, nada de decir que esto y lo otro son una mierda, nada de darle la razón a un lado y no al otro. A la final, maldita sea, todos tienen la razón y todas las opiniones no valen nada, al mismo tiempo. En fin, pareciera que argumentar es perder el tiempo de la manera más sofisticada posible. Creo que uno de los puntos de una madurez plena (creo porque ese término está bien lejos de mi alcance ^^) es el de renunciar a quererlo ganar todo a punta de "argumentos inteligentes". Un verdadero adulto es un pobre tonto que se queda callado cuando debe.

Pero para aprovechar lo que nos queda de épocas infantiles-adolescentes-púberes, hagamos esto de las notas, revelemos al mundo lo que pensamos, digamos que Dragostea Din Tei identifica mi vida sexual a medio mundo (facebook) y alejémonos cada vez más de la adultez plena. Lógicamente lo de Dragostea Din Tei no es un ejemplo real, sino una generalización (inevitable este tipo de "falacia retórica ad hominem" no?) de una nota de moda que trata sobre poner 25 canciones que hayan sonado aleatoriamente en tu iPod (no sé cómo haría yo si no tengo ni iPod ni MP3, ni siquiera canciones en el PC, puro Youtube) y con cada una de ellas, en el orden aleatorio que salieron (una muestra aleatoria para los más sofisticados), responder 25 preguntas al estilo de "florecitas, el noviecito, tías cachondas, etc" por más ridículo que suene. No les niego que he tenido ganas de hacerlo, pero le pediré prestado el mp4 a mi hermana mejor, para que las respuestas a tales preguntas no sean cosas terribles como "subliminal genocide" o "kill 'em all".


Pareciera que esta introducción se hiciera eterna, pero no, es finita por lo menos. Ya creo que se me va haciendo hora de hablar del tema que incita el título, uno de mis monotemas: la popularidad.


Este término tan subjetivo como las matemáticas (patrañas) ha sido analizado cuidadosamente por decenas de series y películas estadounidenses fáciles de entender y muy entretenidas, pero ninguna ha llegado a decir un significado que aplique para el mundo entero. Para citar uno entre tantos ejemplos, aquí una persona al estilo Lisa Simpson es popular si es mujer (si es hombre lo dudo), un man pelo largo y rebelde con causa también es popular, el ñoño es popular si ayuda a la demás gente a cambio de nada, los escandalosos son populares en algunas regiones del país, la vieja emo que se corta las venas también puede llegar a ser popular, en fin, tiene tantas posibilidades como el no ser popular. Incluso creo que no ser popular es más difícil que serlo: para no ser popular sencillamente tenías que ser un man del montón, y pretender entrar a esa rosca estudiantil, lo cual exigía un gran esfuerzo y más de una cagada. Aunque usted no lo crea, se puede ser popular haciendo comentarios ñoños sobre agujeros negros y relatividad.


En cuanto a la popularidad "rola", esta creo que se basa más en las "tribus urbanas" (si eres calvo y andas en bonches* todos te temerán) a diferencia de la costeña: como allá no hay tribus urbanas, todos son una masa amorfa igualita, parecida a como cuando Timmy pidió el deseo que "todos fueran iguales" y eran muchos bultos grises, pero que también les gusta la apariencia, las camionetas, el bullicio, el vallenato, el reggaeton, y en los estratos más altos, la electrónica, entonces la cosa es bien diferente, toca ser así como describí anteriormente al costeño, pero en su esencia más pura. En la Costa el que escuchaba rock es bobo, pero parece que los emos salvaron la pésima imagen que tenían y ahora un rockero es, digamos, respetado en el colegio de costeños. Pronto la costa, comenzando por Barranquilla ciudad metrópoli y capital de la Región Autónoma del Caribe (jaja qué utopía), estará invadida de tribus urbanas y activistas con banderas del arcoíris LGBT. Empezarán a influenciar menos los viejitos beisboleros que sueñan con vivir en nueva york, y más ese aire pseudo-europeo del s. XXI, que hasta los mismos EE.UU. está viviendo. ¿Quién creyera que los raperos esos que sólo hablan de sexo, drogas y las muchas mujeres aceitadas que llevan a la cama, también empezaran a hablar de la problemática ambiental, de liberar a Ingrid Betancourt de “Colombia” (nótese mi influencia pirrística), y de la represión gubernamental de Bush y sus secuaces derechosos. Lógicamente lo que acabé de decir de los raperos, eran puras desvariaciones, y a duras penas sólo Eminem cumplía con la descripción que di.


Así como me duele que mi linda Colombia sea invadida por ideologías gringas también me duele de igual manera que los europeos nos inyecten sus cosas raras, su poca chispa y elevada perversión, ustedes me entienden. El gusto por criticarlo todo, por salir al frente y sacar una excusa siempre para joder la vida, no sé como ejemplificarlo pero sí como sentirlo. Lo único que en realidad me falta es ir a Europa y contemplarlo en su tierra natal, porque esa descripción también es tan lejos de la realidad, como la descripción de los raperos sociales que hice ahorita.



Entonces sí, prefiero niños McDonalds o negros azarosos con carros pimpeados, que modelos anoréxicas y “cultas” porque se creen francesas, o “tías cachondas liberadas” porque se juran europeas. Hace tiempo atrás criticaba la corronchería del colombiano, buen o y todavía la sigo criticando, pero si se quiere corregir este “flagelo de ignorancia” creo que lo que habría que hacer, es que todos cambien al tiempo, lo cual lo veo bien jodido. Que una pelada de un momento a otro lleve una vida sexual activa como la de un hombre (lastimosamente con algunas excepciones) no creo que por ahora en estos tiempos dizque modernos se vea con total aceptación. En realidad admirar al hombre por perro y humillar la mujer por perra, es tan ridículo como el hecho que las mujeres eran las “pervertidas” en la edad media. Suena tan ridículo que es una verdad. Y lo juro para la gente de esa época, y lo juro.


Todavía somos una raza tan tonta y atrasada (bueno pero si se supone que el mundo está que se acaba, debería agradecer el haber nacido en la “puntica” de la civilización) que sólo la discriminación positiva nos hace sentir “iguales”. Yo en realidad no sé qué pensar ante un jovencito que, apasionado por la guerra, las armas y el mundo militar, se vaya a combatir, y regrese a la vida civil en silla de ruedas. No sé si decirle “te lo buscaste por marica” o “bueno a todos nos puede pasar eso”. Eso último, creo que es simplemente una escogencia voluntaria de probabilidades.


Y quería comenzar con un ejemplo de “silla de ruedas” para reservar el mejor para ahora: la discriminación positiva entre hombres y mujeres. Cuando oí en clase de Constitución que el 30% (creo) de las curules del Congreso están reservadas para mujeres, no podía creer tal cosa y pordebajeo a las mujeres. Creo que sería más digno para una de esas mujeres, que un obrero en la calle les relatara la canción “Mala suerte con el 13” en frente de todo mundo, en vez de utilizar alguna de esas curules prácticamente obligadas. Voy a tratar de no enzainarme de una forma violenta contra esta ley (nada de decirle ridícula, ni patética, ni pordebajeadora, ni ponerle comillas irónicas) para que los que sí estén de acuerdo con esto, de pronto alguna mujer que tiene una inocente idea de “liberación femenina” como ese derecho de ser obligadas a reemplazar los hombres, no me vaya a decir ¡hey, no te metas así con nosotras!


Para mí esa ley del 30% es una doble bofetada contra el desenvolvimiento natural de las cosas. En primer lugar, evita que muchos hombres más competentes entren a esos puestos. Esto aplica para cualquier cosa que tenga una “cuota femenina” de este estilo. En segundo lugar, no representaría ya ningún reto para la señora el entrar a ocupar el puesto. Prácticamente se lo están regalando por ser mujer. Vean, esas cosas que mucha gente cree que hay “discriminación hacia las mujeres” no son más que mentiras, pues, para mi mundo de clase media (otra cosa es que en Colombia todavía existe el machismo en los hogares, pero eso es otro asunto, en este párrafo me estoy refiriendo al machismo empresarial o académico). Sí, son mentiras, y soy estudiante de Ingeniería Mecánica, sé de lo que estoy hablando. Cualquiera pensaría que en mi carrera hay discriminación, lo cual es realmente fuera de lugar. Al contrario, aquí los mecánicos estamos botando la baba porque venga una “vieja buena” a nuestra carrera, y que como cualquier maluca (discriminación por belleza, algo inevitable) dure toda la carrera (yo sé que las bonitas también pueden ser inteligentes, pero es que en la generalización está el chiste de este asunto).

Ahora, señorita bonita, no se sienta ofendida, es sólo que nosotros los feos de baja autoestima física queríamos vengarnos un rato.


Ya, para finalizar repentinamente, dejo acá… pronto traerá más cosas largas como esta, y espero, aunque no creo, que se hayan divertido con tan variante historia, que a fin de cuentas, se parece a cualquier cosa, menos al título.

2 comentarios:

CDC dijo...

Pues como barranquillero no creo ni por el putas que en la Costa empiecen a cambiar la mentalidad pro-gringa con la mentalidad europea de criticar todo y apoyar los gays y demás grupúsculos discriminados. Creo que es lo único del escrito que no estoy de acuerdo.

Eche, yo. dijo...

Lo que pasa es que hemos venido asociando al mundo gringo con el desarrollo económico e industrial, y a Europa con el desarrollo humano. Y no lo digo yo.

En realidad, todo me parece una doble moral.