martes, 9 de febrero de 2016

El síndrome del marihuanero

Soy consciente de que el tema que escribiré hoy no dejará a nadie indiferente. Para adelantarles, para muchos puede sonar discriminatorio, como para otros puede sonar ya demasiado sincero. De por sí criticar a los marihuaneros en meterme en terrenos donde no es bienvenida la crítica, y mucho menos si se trata de una persona aparentemente conservadora como yo.

¿Qué es el síndrome del marihuanero? Es la felicidad que uno experimenta cuando otra persona cae en el mismo vicio o las mismas costumbres que uno. Y sí, llamé vicio al hecho de consumir marihuana, pero es un vicio cualquiera, como tomar alcohol (que sí lo hago) y fumar cigarrillo. Hace mucho tiempo escribí una entrada llamada 'Por qué nos gusta ver tomar a los nerds', que la pueden leer aquí. Se puede decir que esta entrada es la segunda parte de esa, pero ya desde una moral más firme, menos flexible a la orden del caer bien a la sociedad.

Total, esta mal llamada 'felicidad' es completamente inherente a todos los seres humanos, y todos la sentimos. La naturaleza nos hizo envidiosos, y moriremos envidiosos. Gracias a la naturaleza me pongo feliz cuando a alguien le gusta el Viking Metal (como a un primo que tengo, que esté en plena adolescencia), siendo que en realidad esa no es una música que sea 'buena y cristiana' como cualquier mamá quisiera. También me pongo feliz cuando alguien reconocido por ser abstemi@ o de tomar muy poco, toma tragos a la par mía (lo cual no es tampoco la gran cosa). No saben la vergüenza que siento cuando yo soy el único que toma alcohol en una reunión social, y cuando alguien más destapa una cerveza, me brillan los ojos de felicidad. 

Bueno, así igual deben sentir los marihuaneros. Los marihuaneros, estoy seguro, deben sentirse muy felices cuando reclutan un nuevo adepto a sus filas, y los entiendo. No quiero sonar ya muy polémico, pero hay otra cosa que no me aguanto: los gays también, con seguridad, deben sentirse muy felices cuando una nueva persona sale del clóset. Para dar sustento a mi posición, les confieso que en una o dos relaciones que tuve en el pasado, la chica me confesaba abiertamente que le resultaba agradable la imagen mía junto a otro hombre, y ellas se caracterizan por su apoyo a la causa LGBT. Coco Chanel bien decía en su tiempo que 'skin is skin when the lights are off', y si eso lo comparamos con lo que dice mi mamá, quien afirma que si 'me llega a tocar un hombre, seguro me quede gustando', ya hay dos personas que piensan igual. Por favor, gente que apoya la causa gay, respiren profundo y no se llenen de rabia contra mí. Esto yo no lo puedo afirmar, simplemente lo pienso, y bienvenidas sean las críticas constructivas y los argumentos que de alguna u otra manera refuten lo anteriormente expuesto. Les aseguro que yo estoy abierto al diálogo, y si me argumentan bien que un gay nace y no se hace, cambio mi opinión.

Así que si en algún momento me ven incómodo cuando esté rodeado de gente que en su mayoría sean marihuaneros o gays, no me juzguen, siemplemente es por esto. Las mayorías de ese estilo, debo reconocerlo públicamente, me asustan, cosa diferente a cuando trato a una sola persona marihuanera o gay, o estamos en un sitio donde la mayoría somos heterosexuales y más del alcohol. Disculpen si formé mucha polémica, o si en algún momento generé una imagen negativa de mí, y que tengan un buen día.

PD: Sí me da curiosidad el mundillo de los marihuaneros y los gays, pero para ir a algún evento así, debo ir con alguien de mucha confianza.